martes, 9 de mayo de 2017

Quiero quitar el pañal a mi hijo

Hace cuatro años y medio, cuando mi hija mayor comenzó a retener frecuentemente la caca, emprendí poco a poco un cambio de actitud sobre un problema que se nos hacia enorme por momentos. Pasamos por varias fases, acudimos a terapia y a partir de ahí comencé a investigar y formarme sobre todo lo concerniente al proceso del control de esfínteres.

A raíz de los artículos que he ido escribiendo sobre este tema, me han ido llegando cada vez más consultas sobre problemas relacionado con el control de esfínteres y dudas sobre cómo dejar el pañal.

Hace un año decidí ofrecer asesoramiento profesional a las familias con dudas o problemas en torno al control de esfínteres.

Y fue ahí y no antes por dos motivos. Primero porque recibí una llamada de alguien a quien considero toda una profesional en crianza, pero que en este aspecto necesitaba ayuda. Y segundo porque decidí formarme en psicología en crianza consciente, siendo uno de los temas el control de esfínteres.

Y así lancé también una encuesta sobre el control de esfínteres para recabar más información acerca de cómo lo viven las familias.

Es sobre los datos que he extraído de esta encuesta (a día de hoy son 260 familias las que han respondido la encuesta) de lo que quiero hablarte hoy. Hago especial mención a lo que considero más relevante.





¿Dónde suelen informarse las familias?


El 78.3% de las familias decidieron informarse. Lo hicieron a través de Internet principalmente, seguido del pediatra, y la guardería.

Lo que me preocupa es que no siempre reciben la información correcta por parte de estos profesionales.

Y me llama mucho la atención el hecho de que sólo sean seis familias las que mencionen a los niños como la mejor forma de saber si están o no preparados. Porque nadie mejor que ellos lo puede saber.



¿Quién decide la retirada del pañal?


Del 80% de los pequeños que ya han dejado el pañal, va casi a la par la cantidad de niños que lo dejaron por propia iniciativa que la cantidad de padres que lo decidieron ellos. Si bien es verdad que en ocasiones esos niños que supuestamente lo dejaron ellos solitos recibieron cierta presión.



¿A qué edad dejaron los pequeños el pañal diurno?


Del 80% de los niños que ya han dejado el pañal por el día, se refleja que el 35.2% de niños dejó el pañal sobre los 2.5 años, el 24% lo dejó sobre los 2 años y el 19.9% lo hizo con más de 3 años.

Resulta destacable que de ese 24% de niños que dejaron el pañal diurno a los 2 años, el 51% lo hizo presionado y el 38% tuvo problemas de retención de heces más tarde.



En los casos en los que hubo retención de caca, ¿qué solución tomaron las familias?


En la mayoría de los casos la solución que se tomó para tratar la retención fue laxantes. Sin embargo la retención no se solucionó.

De hecho siempre digo que si no se trata de estreñimiento (bolas duras), sino que es el pequeño quien decide retener, los laxantes son contraproducentes. Si el niño “necesita” controlar reteniendo la caca, el hecho de que le obliguen empeora la situación.



Conclusiones


Me parece muy grave que profesionales como pediatras, enfermeros, cuidadoras o profesoras recomienden a los padres que su hijo de 2 años tiene que dejar ya el pañal de día o  que el de 3 tiene que dejarlo ya de noche. Me parece una falta de respeto desde su posición y una total muestra de desconocimiento sobre el desarrollo de los pequeños y en especial del control des esfínteres.

Desde la guardería, el cole, la familia, otros padres… Todo el mundo parece saber mejor que nosotros o el propio niño lo que este necesita.

Las familias, y en especial los niños, se ven sometidos a una gran presión. Y son estos últimos los que se ven afectados en muchos casos. Conseguirlo antes no es sinónimo de conseguirlo bien. Con esto quiero decir que cuando el proceso no ha sido respetado siempre hay consecuencias aunque no sean siempre evidentes a corto o medio plazo.

El control de esfínteres es un proceso que va más allá de lo físico. Y esto lo digo porque a veces los padres nos preguntamos por qué nuestro hijo no deja ya el pañal si vemos que ya “controla”. La parte emocional y psicológica es muy importante aquí. Lo cual no quiere decir que sea un problema, como algunos “profesionales” apuntan. Se trata simplemente del ritmo madurativo de cada niño.

El niño no suele tener ningún problema, el problema lo tiene el adulto que no se pone en el lugar del niño, no conoce cual es el proceso y/o viene condicionado por sus propias vivencias personales cuando era niño.


¿De verdad creemos que premios, regalos, castigos, pegarles, enfadarse, chantajearles, obligarles a hacer algo que no quieren, sentarles en el baño o el orinal cada 45 minutos, humillarles, presionarles… son formas respetuosas y adecuadas para que dejen el pañal?


¿Por qué necesitamos casi siempre intervenir de alguna manera,
en demasiadas ocasiones de forma nada respetuosa, 
en un proceso que debería ser suyo?


¿Por qué tenemos tanta prisa?
Cuando el proceso sigue su curso con naturalidad
y se le permite al niño hacerse cargo de él, 
todo fluye, a su ritmo, sin problemas añadidos.



Más información


Puede resultarte de interés el Taller sobre Control de Esfínteres que realizaré a principios del próximo mes.





Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín.
  
Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en ese mismo mail.


martes, 18 de abril de 2017

Huelga de lactancia

He querido escribir este artículo porque demasiadas veces, por desconocimiento, las madres confundimos una huelga de lactancia con un destete de un día para otro. Y ocurre que la lactancia finalizada aun cuando mamá y bebé querían continuar.

En la huelga de lactancia o falso destete el bebé rechaza el pecho de forma brusca. De repente no quiere mamar. Así la madre suele creer que se ha destetado. Pero el destete natural suele ser gradual.


No sólo quiero hablarte de la huelga de lactancia como asesora de lactancia sino como madre que ha pasado por ello. Por eso voy a comenzar contándote brevemente mi experiencia reciente con mi hija de 20 meses.



Huelga de lactancia. Nuestra experiencia


Tras un día muy ajetreado, en la que mi pequeña había pasado la tarde con su padre y su hermana, rechazó el pecho. Y lo hizo hasta el punto de dormirse de agotamiento sin mamar (algo inusual, pues siempre coge el sueño mamando).

Por la noche tuvo varios breves despertares en los que a pesar de buscar el pecho se durmió sin llegar a mamar (cosa inusual de nuevo). Así que a la mañana siguiente tenía el pecho a reventar. Y mi pequeña seguía rechazando la teta. 

Decidí extraerme leche no sólo para aliviarme el pecho, sino también para mantener la producción. Y es que no parecía tener intención de mamar. De hecho se mostraba enfadada cuando se lo ofrecía.

Y a pesar de todo lo que se, al verme en vuelta en mi propia huelga de lactancia me sobrevino el síndrome de la asesora. No era capaz de pensar con claridad. Estaba muy preocupada y un torbellino de sentimientos revoloteaban a mi alrededor.

Me sentía rechazada y muy muy triste. ¿Se estaría destetando? ¿Así de repente? ¿Y si luego quería teta, la producción había bajado y ya no quería mamar por el cambo de sabor? ¿Estaba enfada conmigo? ¿Qué había hecho mal? Sólo me salía llorar.

El sentimiento de rechazo y de culpa era demoledor.

¿Habíamos acabado nuestra lactancia sin despedirla, sin hacernos a la idea, de una forma tan brusca?

Escribí a una comadre asesora y me tranquilizó. Me dijo lo que intuía, que seguramente era una huelga de lactancia. Pero a ratos me seguía doliendo igual.

La segunda y tercera noche si mamó. Pero por el día no quería saber nada del pecho. Así que seguía extrayéndome leche. Y procuraba estar más presente, con más mimos, piel con piel, masajitos…

Al tercer día por la mañana su pediatra, que tenemos la suerte de que es IBCLC (Consultora Internacional de Lactancia Certificada), me volvió a tranquilizar. Me desahogué con ella. Me volvió a decir lo que ya sabía pero que necesitaba oír. Y me ayudó a darme cuenta del motivo de la huelga de lactancia.

Así que me relajé, hablé con mi pequeña y al medio día la tenía mamando de nuevo de mi pecho, despierta y feliz. Felices las dos. Porque ella tampoco quería dejar la lactancia, sólo había sido un toque de atención.







Motivos que pueden desencadenar una huelga de lactancia


- Cualquier molestia en la boca. Lo común es que un bebé amamantado cuanto está malito o está molesto por algo pida más pecho.

- Inicio brusco de la alimentación complementaria, o reducción de las tomas pensando que es lo adecuado.

- Nuevo perfume, crema, medicamento o alimento en la dieta de la madre.

- Interés del bebé por el mundo que le rodea especialmente alrededor de los tres meses. El bebé parece despistarse con cualquier cosa que ocurre a su alrededor y parece que pierde el interés por el pecho. Pero basta conque la mamá le da de mamar en un lugar más tranquilo libre de distracciones.

- Llegada de la menstruación de la madre.

- Un cambio brusco en la rutina: vacaciones, mudanza o ausencia repentina de la madre.

- Bajada de la producción de la leche y/o cambio de sabor de la leche: tomas con horarios estrictos, ausencia de la madre durante largos periodos de tiempo o mastitis.

- Cualquier situación que el bebé viva con estrés o le resulte traumática.


Que se den estas situaciones no quiere decir que se vaya a producir una huelga de lactancia si o si. Hay un componente emocional a tener en cuenta. Por lo que depende de las circunstancia del bebé y de su entorno en ese momento.

Que de repente el bebé haya decidido dejar de mamar no quiere decir que esté a gusto. De hecho en ocasiones puede mostrarse nervioso, más sensible y lloroso.

Como comentaba antes, un destete natural suele ser gradual. Si el bebé deja de mamar bruscamente debemos pensar en una huelga de lactancia.

Dependiendo de la edad del bebé y si aún no toma otros alimentos hay que vigilar que esté bien hidratado y alimentado.



¿Qué hacer si quieres seguir con la lactancia?


- Extráete leche. No sólo para mantener la producción, sino para que no cambie de sabor al disminuir y que entonces el bebé rechace el pecho también por ese cambio.

- Prueba a ofrecerle el pecho cuando esté dormido. Hay bebés que durante la huelga de lactancia continúan mamando cuando duermen.

- Ten paciencia. No le presiones. Respétale.

- Busca momentos tranquilos: masajes, tener el pecho disponible, baños con el bebé, estar más presente, dormir juntos, portearle.

- Habla con el bebé. Cuéntale cómo te sientes. Y si has llegado a saber el motivo de la huelga de lactancia habla también de eso con él.

- Evita la culpa. No sirve de nada. No podemos controlarlo todo ni somos perfectas. No todo depende de nosotras.



¿Has pasado por una huelga de lactancia? ¿Cómo te sentiste?



Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín.


Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en ese mismo mail.


jueves, 6 de abril de 2017

Yo decido, tú decides

Hoy no vengo a dar respuestas, sino más bien a realizar preguntas.

Hoy necesito escribir estas palabras no sólo por mí sino por todas las madres a las que escucho el mismo motivo de desahogo.  Se sienten juzgadas en su maternidad y su crianza. A mí como madre también me pasa. Y sin embargo lo que necesitamos es apoyo.





¿Por qué la gente se mete donde no la llaman? ¿Por qué me dicen lo que tengo que hacer con mi parto, mi lactancia, mi cuerpo, mis hijos, mi vida?


¿Por qué en la crianza todo el mundo opina y cree saber mejor que tú cómo criar a tus hijos?


¿Por qué la gente se ofende cuando nos salimos de lo que se suele hacer? O afinando más la pregunta… ¿Por qué se ofende cuando no lo hacemos como ellos?


¿Por qué especialmente en el postparto (una etapa muy delicada donde la mamá necesita mucho apoyo, no sólo logístico sino también emocional) en vez de apoyar a la reciente mamá, la machacamos contradiciendo y poniendo en duda su manera de hacer las cosas?


Si yo no me meto con la crianza de los demás, ¿por qué los demás si se meten en la mía?


¿Por qué en vez de charlar tranquilamente entramos en una guerra de bandos y criticamos directamente sin dar ninguna oportunidad?


¿Por qué nos empeñamos en ofrecer consejos no pedidos?


¿Por qué nos cuesta tanto aceptar, escuchar y empatizar?



Y he llegado a la conclusión que la mayoría de las veces esto sucede por uno o varios de estos motivos:

- Disonancia cognitiva (en resumidas cuentas, justificar algo que en el fondo se sabe que “no está bien” para aliviar el conflicto que nos produce el pensar y actuar de forma diferente).

- Baja autoestima. Sentir que si yo lo hago diferente es que ellos lo hacen mal. Sienten que les llevo la contraria (aún cuando lo único que hago es vivir y dejar vivir) y entonces se ponen a la defensiva. Pero es que resulta que no todos tenemos por qué hacerlo igual.

- Culpa. Cuando vemos que la cosas se pueden hacer, o se podría haber hecho, de otra manera.  La culpa llama a la puerta. Pero en nuestra mano está aceptarlo y si queremos y podemos, cambiarlo; o atacar a esa persona que por hacerlo diferente nos pone en bandeja nuestros propios fantasmas.

- Mente cerrada. No aceptar que las cosas sean de otra manera, especialmente por miedo al cambio.

- Personalidad narcisista. Todo en la vida gira en torno a como yo hago las cosas, si no son como espero está mal.

- Dejarse llevar. No plantearse las cosas. Pensar que las cosas siempre se han hecho así y lo normal es que así sea.


Me planteo las cosas, leo, me informo, hago caso a mi instinto, no daño a mis hijos ni física ni emocionalmente (en este último caso al menos lo procuro) y decido lo que me parece mejor para mi familia. ¿Quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer?


Tanto como asesora como madre no se me ocurre decirle a nadie lo que tiene que hacer. Como asesora informo y cada familia decide. Como madre me ocupo de mi vida, que ya tengo bastante.


Este post va dirigido especialmente para esas personas, familiares, amigos, conocidos, desconocidos, que se creen con derecho no sólo a juzgar sino a decirte lo que tienes que hacer o a opinar sobre la manera en que hacemos las cosas en mi familia.

martes, 21 de febrero de 2017

Chupete: Cómo quitarlo

Podríamos decir que el chupete es un pezón de plástico que se le da al bebé para que calme su necesidad de succión.

El bebé ya succiona en el vientre materno. Y nace con esa necesidad de succión, que queda satisfecha sobre el pecho de la mamá, donde encuentra seguridad, placer y alimento.

La necesidad de succión del bebé es fundamental para su desarrollo. Hasta los tres años el bebé conoce el mundo a través de la boca, lo que se conoce como la etapa oral.




Es por esto que se suele acostumbrar al bebé al chupete. Y digo acostumbrar porque cuando un bebé es amamantado suele suceder que de primeras no quiera el chupete. El bebé no necesita chupete, puede vivir perfectamente sin él, y de hecho hay bebés que no lo han llevado nunca.

Existen casos, como son bebés nacidos prematuros que se encuentran en la UCI-N (Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales), en los que el uso del chupete les ofrece la posibilidad de consuelo y reducción del dolor.


Antes de continuar quiero matizar que no es que nos usen de chupete, como a veces escuchamos. Sino que prefieren el original, la piel, el abrazo, a mamá. El chupete se inventó para sustituir al pecho. Por tanto es el chupete, el plástico, lo que se usa para sustituir a la mamá, la piel.

Somos los adultos quienes creamos esa necesidad hacia el chupete. A veces lo hacemos porque creemos que va en el pack de lo que necesita un recién nacido y otras porque necesitamos que el bebé satisfaga su necesidad de succión y contacto sin pecho y sin nuestra presencia.

El chupete se convierte así en un objeto transicional. Lo mínimo que podemos hacer entonces es respetar esa necesidad que hemos creado, no quitando el chupete de forma drástica. De esa manera el bebé no se verá privado de un día para otro de este objeto que necesita para calmarse, que le ofrece seguridad y consuelo.



Recomendaciones en el uso del chupete


- Si por el motivo que sea queremos ofrecer el chupete a nuestro bebé y este toma pecho es preferible esperar a que la lactancia esté bien instaurada. Es decir, que el bebé mame sin problema y la mamá no tenga molestias. Esto es para que no haya confusión tetina/pezón.


- La lactancia materna es protectora frente a la muerte súbita del lactante. Por otro lado, cuando el bebé es alimentado con leche artificial se recomienda el uso del chupete, para disminuir el riesgo de muerte súbita del lactante.


- No se recomienda el chupete para que el bebé aguante más entre toma y toma, ya que  la succión no nutritiva puede mandar la señal al bebé de haber comido. Esto podría reflejarse en bajo peso, por lo que hay que tener cuidado, sobre todo en los primeros meses de vida.


- No ofrecer al bebé el chupete durante todo el día, sino en ocasiones puntuales. Para conciliar el sueño, los trayectos en coche, o situaciones concretas donde le pueda ayudar a calmarse si no podemos estar presentes. La recomendación para evitar maloclusiones dentales es no usar el chupete más de 6 horas al día.


- Del mismo modo, pasado el año debe evitarse el uso de biberón por riesgo de mordida cruza posterior. Lo ideal es ofrecer la leche o cualquier otra bebida en vaso para que el bebé se vaya acostumbrando. De hecho es algo que se puede comenzar a hacer con la introducción de la alimentación complementaria.


- Si además de no abusar del chupete se deja alrededor de los dos o tres años los problemas dentales pueden ser reversibles.


- El chupete debe ser suave y flexible, de cuello fino y que la tetina no tenga forma de cereza.



Y entonces, ¿cuándo le quito el chupete? Pues lo ideal, para respetar el proceso y que el pequeño no lo pase mal es una decisión bilateral. Tener en cuenta el hecho de que el niño esté preparado para desprenderse de su objeto de apego.





Recomendaciones para que el bebé deje el chupete


- Tener en cuenta que será más fácil que el pequeño deje el chupete a partir de los tres años. A los tres años finaliza la etapa oral. Si ha satisfecho su necesidad de placer y succión en esta etapa podrá dejarlo con más facilidad.


- No ofrecer no negar. No vamos a ofrecer al pequeño el chupete sino que buscaremos otros medios para calmarle cuando haga falta. Pero tampoco se lo vamos a negar si lo pide porque insistiría aún más.


- Anticiparse a sus necesidades y buscar alternativas. Tenemos que buscar sustitutos para esos momentos en los que sabemos que nuestro hijo nos va a pedir el chupete y anticiparnos. Abrazos, caricias, masajes, cuentos, canciones, agua… El pequeño necesitará más aún que estemos presentes, paciencia y cariño.


- Si ya tiene cerca de tres años podemos hablar con nuestro hijo y sugerirle la posibilidad de dejar el chupete por la salud de su boquita, buscando soluciones conjuntas para que le sea más llevadero. A los tres años ya pueden entender explicaciones racionales, siempre adecuadas a su edad y con frases no muy largas.


- No hacerle sentir mal. Lo que no vamos a hacer es humillarle, llamándole le bebé, manipularle o mentirle. Como he dicho antes, es una necesidad creada por nosotros y es una necesidad real para él, de consuelo y seguridad. Si le ofrecemos confianza, seguridad y cariño será más fácil.



Conclusión

Si queremos ofrecer chupete a nuestro bebé es importante conocer las recomendaciones,  ofrecérselo en ocasiones puntuales y ser conscientes de las necesidades de nuestro bebé a la hora de querer quitárselo. Necesitará dosis extra de presencia, cariño y paciencia.


Cada familia tiene que valorar las causas por las que quiere quitar el chupete a su pequeño y los posibles riesgos, si los hay, de no hacerlo. De ahí la importancia de tener toda la información en la mano.




Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín.


Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en ese mismo mail.




Bibliografía:








miércoles, 11 de enero de 2017

Lo que un bebé no es capaz de hacer

Se tiene la idea generalizada de que el bebé es muy listo y nos toma el pelo. Por eso desde bien temprano hay que enseñarle quien manda. Todo para que no se nos suba a la chepa.

Nunca he entendido como tenemos hijos con esta idea tan distorsionada de lo que es un niño. Como si bebés y niños fuesen nuestro enemigo. Hay que domarlos antes de que sea demasiado tarde.




Efectivamente ese es el objetivo: que obedezcan, que no se salgan con la suya, que no nos fastidien… En definitiva, domesticarlos. Cuantos antes mejor, que es cuando se están desarrollando, dependen totalmente de nosotros y no tienen capacidad para decirnos cuatro cosas bien dichas.
   

Así creamos niños obedientes, futuros adultos sumisos.

Niños buenos, futuros adultos reprimidos.

Niños no respetados ni física ni emocionalmente,
futuros adultos invasivos
y que no saben reconocer ni sus propias emociones
 ni las de los demás.


No quiero que mis hijas sean obedientes, sino que entiendan el por qué de las cosas (cuando sean capaces de hacerlo) y tomen sus decisiones.

No quiero que mis hijas sean buenas, quiero que sean simplemente niñas (los niños no son ni buenos ni malos). Quiero respetar a mis hijas como toda persona se merece, porque además es la manera de que ellas también respeten.

Y aunque solemos hacerlo lo mejor que podemos y sabemos, nos cuesta dejar atrás patrones dañinos aprendidos. Porque salirse de la normal no es fácil. Incluso aunque hayamos decidido informarnos acerca del desarrollo  de los niños, en la práctica no es tan sencillo porque tenemos bien integrados esos patrones aprendidos.




¿Qué no es capaz de hacer un bebé?

Matizar que cuando hablo de bebé me refiero a niños de hasta tres años.

- No tiene capacidad para razonar. Por tanto no tiene la capacidad de entender las razones que podemos ofrecerle para que haga o deje de hacer esto o aquello.

- No tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Por tanto no entiende que lo que hace puede tener consecuencias o de hasta qué punto hace daño al otro.

- No tiene capacidad para engañarnos. Por tanto no puede tomarnos el pelo.

- No puede ser malo. Se suele llamar malo a un bebé que llora, que se despierta por la noche, que cuando ya deambula pega o quita juguetes a otros niños… Esto está dentro de la normalidad en el desarrollo de un bebé y no tiene nada que ver con la maldad. La maldad es una cualidad de los adultos.







¿Por qué un bebé no es capaz de hacer todo esto?

Muy sencillo, esto depende de su desarrollo cerebral. No es hasta alrededor de los tres años cuando toma relevancia el cerebro racional, el neocortex. La capacidad de razonar o ponerse en el lugar del otro no es posible hasta que esto sucede. Teniendo en cuenta además que es un proceso que requiere tiempo y maduración.

Según el modelo del Cerebro Triúnico antes de los tres años son dos cerebros los que rigen el desarrollo del bebé. El cerebro  reptiliano o primitivo, lo que es el instinto y la supervivencia. Y el cerebro límbico, lo que son las emociones. Por eso, antes de esa edad, no tienen lenguaje fluido, ni memoria propiamente dicha, ni son capaces de razonar.

Otra cosa es que por nuestros gestos o palabras ellos sepan que no nos gusta lo que dicen o hacen. Pero no tiene nada que ver con que lo entiendan.

Yo le puedo decir a mi hija que no abra ese cajón o no cruce la carretera porque es peligroso. Ella puede saber lo que le pido pero no entiende por qué motivo no va a poder hacerlo si a ella le apetece, el peligro que puede correr o las consecuencias.

Por eso el juego es fundamental en esta etapa. Las explicaciones sólo sirven para acostumbrarnos a dárselas. El juego sirve para que todo fluya más fácilmente y el peque colabore cuando sea necesario. De la misma forma el juego seguirá siendo muy importante para el aprendizaje de los pequeños hasta los siete años.


El bebé aprende por imitación


Si le daño, le grito, le miento, le engaño, le enseño a ser sumiso, mermo su autodefensa, o me ve hacerlo a los demás, será lo que aprenda. Disculpamos acciones en nosotros mismos u otros adultos que no admitimos en los niños.

Si le hacemos daño creyendo que así aprenderá o se dará cuenta (el manido cachete a tiempo o pellizcarle cuando nos pellizque, por poner un par de ejemplos) aprenderá que el más fuerte es el que manda y que puede dañar a otro para conseguir las cosas. Jamás he entendido el “no se pega” mientras se le da un cachete al niño.

Es normal que en ocasiones peguen para defender su espacio o lo que consideran sus cosas. Hay que tener en cuenta que a esta edad están en la etapa egocéntrica y así debe ser para no quedarse ahí estancados, como les sucede a tantos adultos. Por supuesto no podemos permitir que se hagan daño, aquí si hay que intervenir. Pero lo que no es lógico es dañarle  o hacerle sentir mal para evitarlo.

En torno a los tres años podremos ir dándoles explicaciones cortas, adecuadas a su edad, sin olvidar que el juego siempre será nuestro gran aliado.


No siempre en sencillo nuestra relación con nuestros hijos. Pero olvidamos que la falta de apoyo, las prisas, nuestra pesada mochila o los consejos no pedidos no ayudan en nada. Todo lo contrario. No pidamos a nuestros hijos lo que no les corresponde.



Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín.

Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en ese mismo mail.


miércoles, 30 de noviembre de 2016

Calendario montessori waldorf: manualidad

Aprovechando que estamos en la recta final del año quiero compartir contigo la manualidad que hemos hecho estos días. Un calendario anual tipo montessori waldorf. Un calendario que nos valdrá todos los años, donde tenemos los días de la semana, los meses, las estaciones, la noción cíclica del tiempo…




Llevaba tiempo dándole vueltas al hecho de hacer con mi hija un calendario donde encontrar todo lo que te he comentado antes y mucho más. Así buscando encontré esos preciosos calendarios montessori waldorf hechos artesanalmente de madera, preciosos, pero también muy caros. Ojo, que no digo que no lo valgan. Pero queríamos hacer algo sencillo en casa que pudiésemos utilizar todos los años.

Decidimos hacerlo en papel, mucho más sencillo y barato. Y queda igualmente bonito. Además necesitábamos algo que pudiésemos colgar en la pared, ya que nuestra casa es pequeña y no disponemos de un lugar donde colocar de forma accesible un calendario en plano.


Allá vamos. Qué materiales hemos utilizado:




- Dos cartulinas grandes blancas.
- Compás.
- Regla de al menos 40 cm.
- Lapicero.
- Transportador.
- Rotulador negro de punta fina.
- Rotulador negro de punta gruesa.
- Láminas de imán.
- Doce colores, en cuatro gamas, azules, verdes, amarillos y rojos.
- Al menos 7 pinzas pequeñas.
- Pegatinas o dibujos no muy grandes, que representen cada mes o estación.
- Pegamento o celo de doble cara.
- Plastificadora y/o forro adhesivo.
  


Cómo lo hemos hecho:


1. Lo primero que hacemos es un boceto de lo que va a ser nuestro calendario. Algo que nuestros hijos pueden aprender también. Y una forma de jugar en sucio para luego ir sobre seguro. Aun así lo hacemos todo a lápiz.




2. Para comenzar ya con el definitivo, en una de las cartulinas, hacemos con el compás un círculo de 40 cm. de diámetro. A continuación hacemos tres círculos más pequeños, dejando 1 cm. entre cada uno. Es decir, uno de 40 cm. de diámetro, otro de 38 cm., otro de 36 cm. y otro de 34 cm. Así nos quedan tres aros, mas la parte central.


3. Luego dividimos el círculo en doce partes, que son los doce meses del año. Para ellos utilizamos un transportador, dividiendo 360 entre 12, para que salga exacto.


4. A continuación dividimos cada mes en 30 partes, que son los días del mes. Esto lo hacemos en el primer aro (el más externo). Lo hacemos a ojo. Primero en tres partes y luego en diez cada una.




5. Pasamos a dividir el tercer aro en cuatro partes, lo que son las estaciones del año. De esta forma borramos las líneas que haga falta, ya que estaba divido en doce partes. Tenemos en cuenta que las estaciones empiezan a finales de mes.


6. Coloremos cada mes de su color, 12 colores diferentes. Y las estaciones en cuatro colores.

                                 Invierno: Azules
                                 Primavera: Verdes
                                 Verano: Amarillos-naranjas
                                 Otoño: Marrones-lilas
           

7. Repasamos todas las líneas con rotulador de punta gruesa. Excepto las líneas que dividen los días del mes, que lo hacemos con rotulador de punta final. Los días los escribimos igualmente con rotulador de punta fina. Y los meses y estaciones los escribimos con rotulador de punta gruesa.

Al tener sólo 30 huecos para los días en cada mes, cuando el mes tiene 31 días lo ponemos junto al día 30. Es decir 30 / 31.


8. Recortamos el círculo y lo plastificamos con forro adhesivo, ya que es demasiado grande para la plastificadora.


9. Plastificamos también con forro adhesivo un rectángulo de la otra cartulina. En nuestro caso lo hemos hecho de 44 cm. por 50 cm. Y pegamos el círculo en este rectángulo con celo de doble cara (se puede hacer con pegamento). Recuerda dejar tres centímetros alrededor del círculo sin pegar para luego poder poner las pinzas en el borde del círculo sin problema.




10.  A continuación por la parte de atrás del rectángulo pegamos el imán con celo de doble clara (se puede hacer con pegamento). Ponemos una parte del imán que quede a la altura de la zona central del círculo y otra parte en la zona de abajo del rectángulo para dejar ahí pegadas las imágenes que todavía no hemos puesto en su mes correspondiente.


11. Para los días de la semana escribimos los nombres en siete pinzas pequeñas. Nosotras las encontramos con corazones, lo que nos ha hecho más fácil identificarlas.  Luego encontramos otras pinzas más pequeñas que nos sirven para marcar fechas señaladas. Por ejemplo el cumpleaños de mi hija mayor. De esta forma va siendo consciente del tiempo que le queda hasta que llegue ese día.


12. Ya sólo queda buscar imágenes que representen cada mes. Las imprimimos, recortamos, plastificamos y pegamos imán en la parte trasera. Por ahora tenemos 13 imágenes, una para cada mes mas una imagen de cumpleaños para ir poniendo en el mes que tengamos alguno. Con el tiempo podemos ampliar estas imágenes, por ejemplo con verduras o frutas de temporada.




13. Por último hacemos dos agujeros en sendos extremos de la parte de arriba del rectángulo, atamos un cordel de cada uno y colgamos nuestro calendario.



Ahora ya sólo queda disfrutar del calendario


Cada mañana mi hija cambia la fecha. Busca la pinza que corresponda al día en el que estamos de la semana y lo pone en el día que corresponde del mes. Si cambiamos de mes pone la imagen correspondiente a ese mes. Y luego ella misma va poniendo pinzas más pequeñitas en las fechas señaladas que le interesan, como su cumpleaños, navidades, carnavales, etc., y así va siendo consciente de los días que quedan hasta que lleguen esas fechas y del concepto cíclico del tiempo.



Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín.



lunes, 24 de octubre de 2016

Mochila a la espalda: Emeibaby

Ya he hablado en más de una ocasión sobre la mochila portabebé Emeibaby. Esta es una mochila diseñada para crecer con el bebé. Se ajusta completamente al tamaño del bebé o niño mediante su tela de fular y sus anillas en ambos lados. Se puede portear con la Emeibaby desde los tres kilos y medio de peso del bebé y está homologada hasta los 15 kilos.

Como te decía no es la primera vez que hablo sobre esta mochila. En los siguientes enlaces puedes leer más sobre ella. Además en cada artículo tienes su correspondiente vídeo:

- Emeibaby preajustada” con bebé de unos seis meses. Te cuento como colocar la mochila delante correctamente y cómo meter y sacar al bebé de la mochila sin desabrocharla.





¿Cuándo pasamos al bebé a la espalda?

Cuando el peque crece y te tapa la visión es buen momento para pasarlo a la espalda.

Por supuesto puedes llevarlo a la espalda antes, no hay una edad mínima para llevar al bebé detrás. Todo depende de cómo te veas de segura y la práctica que tengas porteando delante.




¿Qué puede suceder si tu pequeño ya va pesando y te tapa parte de la visión?

Puedes tropezar con mayor facilidad al haber disminuido tu campo de visión.

El suelo pélvico puede verse resentido, sobre todo si porteas durante largo tiempo. El llevar al bebé a la espalda no afecta de la misma manera al suelo pélvico, claro que esto también depende del portabebé o nudo que utilices. Lo que está claro es que la sensación de peso es menor si va correctamente a la espalda.



En ocasiones da reparo comenzar a portear a la espalda, sobre todo por el miedo al momento de pasarlo detrás. Puedes probar las primeras veces a pasarlo a la espalda cuando esté otro adulto con vosotros o teniendo detrás el sofá o la cama. Se trata de práctica. En poco tiempo lo controlarás igual que portear delante.


Otro motivo que suele retrasarlo es el hecho de que no vemos a nuestro hijo. En este caso un espejito puede ser de gran ayuda para estar más tranquila y tener a tu pequeño a la vista en cualquier momento.




En el siguiente vídeo te muestro cómo portear a la espalda y una manera de pasar al bebé detrás. Aunque aquí hablo de la Emeibaby, la manera de hacerlo se puede realizar con cualquier mochila ergonómica. Por supuesto hay otras maneras de pasar al peque detrás, que puedes ver en este otro vídeo





¿Porteas a la espalda? ¿Te resulta sencillo?



Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín.

En la tienda puedes encontrar una amplia variedad de portabebés ergonómicos.

Si tienes alguna duda puedes escribirme a info@soniandoduendes.com. Si lo que necesitas es una asesoría, ya sea online o a domicilio puedes ponerte en contacto conmigo en ese mismo mail.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Emprendimientos respetuosos en Madrid

Hoy quiero hablarte de diferentes lugares en la zona sur de Madrid, que no te puedes perder. Personas valientes, que tienen mucho que aportar, y se han lanzado a hacer lo que les gusta y se les da bien. Conozco a cada uno de los seis emprendedores que quiero darte darte a conocer y te aseguro que sus negocios merecen la pena por partida doble.

Aunque ofrecen diferentes servicios,  de ahí también el interés por su variedad, tienen en común que son espacios respetuosos tanto para pequeños como adultos. Sin más te presento brevemente estos espacios:



Clínica Nortia


Marta y Jesús tienen ya un largo recorrido con su Centro de Salud Integral, Clínica Nortia, en Fuenlabrada. Son auténticos profesionales que siguen formándose para ofrecer siempre un servicio de calidad.

Puedes encontrar servicios desde rehabilitación, fisioterapia respiratoria, deportiva, tratamientos a bebés, problemas de suelo pélvico (Marta es una experta en suelo pélvico), nutrición, hasta cuidados de tus pies.

A Marta la conocí hace ya más de cinco años en una de sus charlas sobre suelo pélvico en la Asociación Crianza Leganés. Ahora tengo el placer de colaborar con ellos de vez en cuando.



La Mente Corriente


Con muchos años de experiencia a la espalda, Diego se lanzó hace un par de años a crear su propio Centro de Psicología y Actividad Terapéutica, La Mente Corriente, en Humanes de Madrid.

Además de terapia  para adultos y servicio especializado en niños y adolescentes, también ofrecen formación, talleres y actividades. 

Diego tiene también una sección de blog donde puedes encontrar artículos más que interesantes. Te invito, por ejemplo, a leer el post que escribió para Minerva y su mundo

Nos iniciamos en la m(p)aternidad casi al mismo tiempo y compartimos grupo de crianza durante varios años.



Mercadito Natural Alegría de la Huerta


Lorenzo y Mamen llevan detrás del Mercadito Natural Alegría de la Huerta ya cerca de tres años. Una tienda de alimentación ecológica en Leganés.

Puedes encontrar de todo, desde verdura, fruta, carne, bollería, harinas… hasta crema solar, champú o pasta de dientes, por poner algunos ejemplos. Un lugar acogedor, con encanto y donde siempre te reciben con una sonrisa.

¿Cómo conocí a Lorenzo? Resulta que su pareja y yo asistíamos a la Asociación Crianza Leganés con nuestras hijas mayores, que por aquel entonces eran unos renacuajos.



Aprender Jugando. Espacio Educativo Creativo


Susana ha abierto recientemente las puertas de Aprender Jugando. Espacio Educativo Creativo. Ofrece un abanico de cursos, actividades y talleres en Humanes de Madrid, para grandes y pequeños, orientados a todas aquellas familias interesadas en una formación activa, respetuosa y consciente.

Puedes encontrar, además de un espacio precioso que invita a entrar y quedarte, actividades familiares, talleres de ingles, música, espacio de juego, talleres de crianza y juguetes originales y educativos.

A Susana la conocí en otro grupo de crianza, en la Asociación Creciendo Juntos de Fuenlabrada, cuando yo asistía por primera vez llena de dudas como mamá primeriza.



Espacio 3C


Carol y Lorena han creado un espacio para dar cabida a las familias, Espacio 3C. Un  lugar para dar otras opciones de ocio en familia en Leganés.

Puedes encontrar desde actividades y talleres para grandes y pequeños, hasta celebraciones de cumpleaños.

Carol es otra de las mamás que tengo el gusto de conocer gracias a la Asociación Crianza Leganés. Una mujer con inquietudes, muchas ideas y consciente de las necesidades que tenemos sobre todo las mamás.



Soñando Duendes
  

No puedo terminar sin hablar de mi propio proyecto, Soñando Duendes, que aunque muchos ya conocéis, no está de más recordar mi labor como Asesora de Maternidad y Crianza.

Además de la tienda online donde puedes encontrar productos de crianza, ropa y artículos de higiene femenina, ofrezco talleres sobre crianza y maternidad y asesorías a domicilio.

Si no lo haces ya, te invito a conocer mi blog Minerva y su mundo donde puedes encontrar artículos sobre lactancia, porteo, parto, crianza y mucho más.

Aprovecho para contarte los próximos talleres que tengo programados para octubre y noviembre:

Taller Hitos del Desarrollo y Estimulación

  
Taller de Pañales de tela
  

- Taller de Control de esfínteres
  

- Taller teórico-práctico de inicio al Porteo
  

- Taller de Baby led weaning




Insisto, si tienes la oportunidad no dejes de visitar estos espacios. Los recomiendo 100%. Por sus servicios, por su profesionalidad y porque son gente que merece la pena.
  


Si la información te ha resultado útil te invito a seguirme en facebook y a darte de alta en el boletín